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Gonzalo Rodríguez - page 18

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Viriato y Numancia I: El comienzo de una larga guerra

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La conquista romana de Hispania: Viriato y Numancia Parte I.

La conquista romana de Hispania: Viriato y Numancia Parte I.

Entre el 154 y el 133 a.C.

-20 años de guerras-

Parte I: saqueadores lusitanos y elefantes frente a Numancia.

La conquista romana de Hispania duró cerca de doscientos años. Dos siglos en los que a lo largo de un arduo proceso los pueblos célticos, ibéricos y celtibéricos pasaron a formar parte de Roma. Durante ese tiempo se sucedieron grandes episodios históricos así como grandes momentos de épica y heroísmo: la Segunda Guerra Púnica, las Guerras Celtibéricas y Lusitanas, las Guerras Sertorianas, la Guerra de César y Pompeyo, las Guerras Cántabras… Y quizás en todo este proceso y como paradigma de la resistencia indígena a la conquista romana, las luchas de Viriato y de Numancia. Lusitanos y Celtíberos frente a los invasores romanos de mano respectivamente, de un líder guerrero y de una ciudad, tan pequeña como indomable…

 

Es verdad que también tuvimos unas Guerras Cántabras. Guerras en las que las armas de Roma sufrieron hasta la extenuación para conseguir la victoria y en las que incluso el propio Augusto, sufrió en sus carnes la dureza y resistencia de los montañeses. Pero quizás porque la guerra de Viriato y la guerra de Numancia son en gran medida contemporáneas, y porque queríamos hacer una suerte de cronograma que recogiese año a año cómo se sucedieron los acontecimientos, nos hemos centrado en Viriato y Numancia.

 

Ojalá más adelante tengamos también tiempo para hacer lo mismo con las Guerras Cántabras…

 

La presente crónica no pretende ser exhaustiva o académica y si bien se elabora desde el rigor su vocación es fundamentalmente divulgativa. En este sentido y en orden a facilitar la lectura recogeremos al final de cada parte las fuentes bibliográficas pero no las trasladamos al texto más que puntualmente.

 

*

 

Parte I: saqueadores lusitanos y elefantes frente a Numancia.

154 a.C.-

*Reaparecen los lusitanos en la Ulterior[1]:

Los lusitanos, entre el 194 a.C. y el 185 a.C., ya se habían dejado caer por la Ulterior para someterla a saqueos y robos. Al parecer en algunos de estos casos, en connivencia con algunas ciudades turdetanas que pretenden sacudirse el yugo romano, mediante la ayuda los guerreros lusitanos.

Roma en todo caso ya los había hecho frente, y desde el 185 a.C. y la campaña en el interior Peninsular en territorio lusitano y carpetano, no habíamos vuelto a tener noticias de bandas de saqueadores por la Ulterior. En el 154 a.C., treinta años después, la cosa cambia, y como premonición de lo que acabará siendo una larguísima guerra, los lusitanos vuelvan a atacar el sur Peninsular…

Al frente de los lusitanos estará un caudillo de nombre Púnico (¿con ese nombre quizás un renegado cartaginés?). El pretor de la Ulterior les hace frente ayudado por su par de la Citerior, pero es derrotado y pierde a 6000 hombres, muriendo el propio Questor de la provincia (una suerte de “gestor” que ayuda al pretor en sus labores de gobierno). Esta victoria permitió a Púnico unir en su campaña a los vettones (interesante resaltar cómo los vettones en ocasiones formarán parte de las campañas guerreras y de saqueo de los lusitanos. Así volverá a ocurrir con Viriato). Esto permitirá a Púnico planear un ataque de gran envergadura que incluirá la Beturia (en el curso inferior del Guadiana y el Guadalquivir) y que llegará hasta el mar, atacando antiguas colonias fenicias en la costa.

*Al mismo tiempo, y muy posiblemente soliviantados por las victorias lusitanas, los celtíberos que han quedado de lado romano en la frontera de la Hispania Citerior, contravendrán al senado de Roma. Belos y Titos (dos pueblos celtibéricos) decidirán reconstruir de nuevo las murallas de Segeda, destruidas en tiempos de Graco (179 a.C.) (la primera pacificación de la Celtiberia 25 años antes, obligó a los pueblos sometidos a derruir las murallas de sus ciudades). Los celtíberos, mediante un portavoz, un anciano de nombre Caccio, harán saber a los legados romanos que Segeda no contravenía el pacto cerrado con Graco, pues este prohibía hacer nuevos asentamientos y no tanto reconstruir los antiguos. Los celtíberos ratificarán así su decisión de reconstruir la muralla de Segeda y Roma, considerará rota la paz. Empezaba la guerra…

Con los lusitanos saqueando la Ulterior, y los celtiberos en la Citerior desafiando a Roma, daba comienzo uno de los periodos para las armas romanas más difíciles de su historia.

* Púnico y los lusitanos y vettones continuarán por su parte los saqueos en la Ulterior, arrasando las costas en territorio blastofenicio (básicamente las costas de la actual Málaga) y ocupando sus ciudades. Al parecer en el asedio a una de estas ciudades perderá la vida el caudillo Púnico, debido al impacto de un proyectil de honda en la cabeza. El hecho en todo caso de que estas partidas de saqueadores sean capaces de derrotar a ejércitos romanos y de asediar ciudades, nos debe llevar a pensar a que eran algo más que meras partidas de bandidos y de que realmente, nos encontraríamos frente a campañas muy organizadas y planeadas señal de instituciones y estructuras político-guerreras complejas.

153 a.C.-

*A Púnico en el mando le sucederá Caisaros, que continuará las razzias y derrotará terriblemente al nuevo pretor romano para la Ulterior. En este caso mediante una estratagema que posteriormente usará en diversas ocasiones Viriato: desbaratar la formación romana fingiendo una retirada y volviendo luego al ataque, derrotar a los romanos al obligarlos a luchar desordenadamente. Roma perderá 9000 hombres y numerosas insignias, las cuales después serán paseadas como trofeo por los lusitanos por la Celtiberia, según Apiano “a modo de burla” (Iber.56). Este detalle resultará muy interesante, pues los hispanos, ya sean lusitanos o celtíberos, aún desunidos, parecerá que con este “lucir” las insignias romanas a modo de trofeo, estarían indicando tanto la idea de Roma como enemigo común, como la idea de afinidad de fondo entre los distintos pueblos de Hispania. Es así que Estrabón hablando de los pueblos de Hispania dirá: “Su división en pequeños estados y su orgullo local no les permitía unirse en un lazo común, lo que les privaba de fuerza suficiente para repeler conjuntamente una agresión venida de fuera. Así pues, si hubieran logrado juntar sus armas uniéndose en una confederación potente, los romanos no hubieran llegado nunca a dominar sus tierras” (III.4.5).

En todo caso y en la Ulterior las armas de Roma quedaban derrotadas frente a los lusitanos y Lucio Mummio, que así se llama el gobernador romano derrotado por Caisaros, reagrupará a sus hombres en los “cuarteles de inverno”, sometiéndolos a un concienzudo entrenamiento con vistas a un futuro y nuevo enfrentamiento con los “bárbaros”…

*Mientras en la Citerior y ese mismo año, Roma decidirá cortar por lo sano con el problema de los celtíberos rebeldes de Segeda y al mando del pretor Quinto Fulvio Nobilior, enviará cuatro legiones.

*Tenemos así en este momento a ambos gobernadores romanos de Hispania luchando por un lado y en la Ulterior, contra saqueadores lusitanos provenientes de áreas ajenas al poder de Roma. Y por otro en la Citerior, haciendo frente al problema de una ciudad celtibérica (Segeda) que sometida a Roma desde el 179 a.C., vive sin embargo una independencia de facto sin atenerse a tributos, fortificando sus posiciones, y desobedeciendo a los legados del senado. Las victorias lusitanas parecerán encender la rebeldía celtibérica e Hispania después de los 25 años de paz que trajeron los acuerdos con Graco en el 179 a.C., comenzaba una época de guerras tan larga como complicada…

*Llegado Fulvio Nobilior a la Celtiberia, los segedanos, que no les había dado tiempo a concluir su muralla, huirán a territorio arévaco, en la Celtiberia interior no sometida a Roma. Allí se refugiarán en Numancia, la ciudad principal de los arévacos.

Fulvio Nobilior llevará consigo un ejército consular de 30000 hombres, dos tercios de ellos itálicos. Numancia y Roma estaban a punto de chocar…

*Los celtiberos nombrarán un caudillo de nombre Caro, “hombre belicoso” según Apiano (Iber. 45), y juntarán 20000 infantes y 5000 jinetes. El 23 de Agosto, fiesta romana de la Vulcanalia, los celtiberos caerán sobre Nobilior en emboscada mientras éste cruzaba un bosque camino de Numancia. Será un revés durísimo para los romanos. Morirán 6000 ciudadanos de Roma (no aliados itálicos, sino romanos de la misma ciudad de Roma), si bien la caballería conseguirá devolver el golpe atacando a la carrera a los celtíberos mientras éstos se retiraban, llegando a matar al propio Caro “a pesar de que sobresalía por su valor” (Iber. 45). En Roma la derrota fue considerada grave y nefasta, y ningún general romano entabló batalla voluntariamente nunca más un 23 de Agosto.

*Nobilior recompondrá su ejército y continuará hasta Numancia, acampando en la llamada Gran atalaya, en la actual localidad de Renieblas. Los celtiberos eligen ahora dos jefes; Ambón y Leucón, y Nobilior no dispuesto a recibir ningún otro revés, pedirá ayuda a Massinisa, rey de Numidia (en las actuales Argelia y parte de Marruecos). Éste le enviará 300 jinetes (tropas de élite como arqueros montados) y 10 elefantes. Nobilior atacará Numancia usando los elefantes como arma de guerra y buscando el efecto psicológico del miedo y la impresión. Los numantinos salieron así a hacer frente a Nobilior y éste entonces, abrirá sus tropas y hará cargar a los elefantes, escondidos hasta ese momento en la retaguardia. Los celtiberos, que jamás habían visto un elefante, huirán despavoridos a refugiarse en Numancia, donde les alcanzará Nobilior asaltando las murallas de la ciudad celtibérica. En el asalto los celtiberos conseguirán herir a uno de los elefantes en la cabeza con una gran piedra y el elefante presa del dolor, se revolverá entre alaridos contra los propios romanos, embistiendo contra ellos y arrastrando a los demás elefantes con él, que aplastarán todo a su paso. Aprovechando la ocasión los celtiberos cargarán contra los romanos, a los que perseguirán causando muchas bajas y matando tres elefantes. Se apoderarán de insignias y armas enemigas, y no sin pagar un alto precio en sangre, volverán victoriosos a Numancia. El casus belli de las murallas de Segeda había llevado así a las legiones de Roma frente a los numantinos, y los celtiberos luchando contra elefantes y romanos, dejaban para la posteridad un episodio y estampa, de una épica digna de una superproducción cinematográfica…

*Nobilior se retirará y tratará entonces de cortar los suministros a la ciudad que le llegaban desde la celtibérica Uxama. Pero no solo no lo conseguirá, sino que además perderá un número importante de hombres tratando de conseguir su propósito. Buscará entonces refuerzos reclutando auxiliares celtibéricos en la Celtiberia sometida de la Citerior, pero los celtíberos se ha animado con las victorias de los numantinos y todos le negarán la ayuda. A Nobilior se le echa ya el invierno encima y sin haber conseguido nada se verá obligado a pasarlo en la Gran Atalaya, donde el frío y la escasez terminarán de debilitar a sus tropas.

*Ese mismo año en la Ulterior, el pretor Mummio volverá a enfrentarse a Caisaros y sus lusitanos y vettones, consiguiendo recuperar parte de las insignias y botín perdido, si bien poco durará su alegría pues otra banda de saqueadores lusitanos, aparecerá en el sur Peninsular, esta vez asolando el actual Algarbe portugués. A la cabeza de esta nueva banda guerrera estará un caudillo de nombre Cauceno. Esta banda llegará al parecer de las estribaciones montañosas del lado norte del Tajo a su paso por la actual Cáceres (Peña de Francia, Hurdes y Sierra de Gata) y en sus razzias, alcanzarán “las Columnas de Hércules”. Los saqueadores lusitanos se animarán frente al mar a cruzar el estrecho de Gibraltar y saquearán el norte de África, asediando la ciudad de Ocila. Mummio los seguirá hasta allí con 9000 infantes y 500 jinetes, poniendo fin al asedio a Ocila y derrotando a los lusitanos. Según las fuentes cerca de 15000 de éstos morirán (Apiano. Iber. 57). Mummio repartirá el botín transportable, y el resto lo quemará en honor a las divinidades de la guerra… Al volver a Roma se le concederá el triunfo De Lusitaneis.

*Interesante resaltar aquí esta banda de saqueadores lusitanos llegados del interior Peninsular capaces de cruzar el estrecho de Gibraltar, y someter a razzia el norte de África.

*Por otro lado, a pesar de las derrotas en la Citerior, el senado no se desanimará y al año siguiente enviará a Claudio Marcelo, antiguo pretor en Hispania en el 169 a.C. y vencedor de Galos y Ligures, para poner en orden las cosas en la Celtiberia. Dos nuevos gobernadores romanos llegarán así a Hispania para tratar de poner fin al problema de las razzias lusitanas en la Ulterior y de la rebeldía celtibérica en la Citerior. Como podremos ver, a punto estuvieron de conseguirlo…

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Plinio el Viejo. Historia Natural II-VI. Antonio Fontán, Ana María Moure Casas e Ignacio García. Biblioteca Clásica Grados. Madrid 2000.

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Salustio. La concepción de la Historia en Salustio. Traducción obras menores (Historias). Santos Yaguas. Universidad de Oviedo. Oviedo 1997.

Suetonio. Vida de los Césares. Agudo Cubas. Biblioteca Clásica Gredos. Madrid 1992.

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Tito Livio. Historia de Roma desde su fundación, XXXI-XXXV, XXXVI, XL. Villar

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[1] Roma divide Hispania durante la conquista en dos provincias, la Ulterior y la Citerior. Cada una con su pretor o “gobernador”. La Ulterior corresponderá a grosso modo con el sudoeste Peninsular y será el escenario fundamental de las Guerras Lusitanas. La Citerior corresponderá con el noreste Peninsular y será el escenario de las Guerras Celtibéricas. Dicho esto también a grosso modo.

Mito, Magia y Misterio en la ciudad de Toledo

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Mito, Magia y Misterio en la ciudad de Toledo

En el programa de radio de la Escóbula de la Brújula. Con Jesús Callejo, Carlos Canales, Juan Ignacio Cuesta y David Sentinella. Acompañados de nuestro frater Julio César Pantoja y en una noche en la que la ciudad de Toledo se convirtió en un enclave encantado de Magia, Tradición, Esencia, Mito, Leyenda, Identidad y Misterio…

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Las Leyendas, la Sabiduría y el alma de los Pueblos

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LAS LEYENDAS, LA SABIDURÍA Y EL ALMA DE LOS PUEBLOS

En el programa de radio de la Escóbula de la Brújula. Con Jesús Callejo, Carlos Canales, Juan Ignacio Cuesta y David Sentinella. Acompañados de nuestro frater Julio César Pantoja y en una noche donde las Leyendas cobran todo el protagonismo. Acercándonos a la sabiduría de nuestros ancestros y al alma de los pueblos de España a través de ellas…

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El Iniciado

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Figura del Iniciado, Tradición Hermética

A partir de un fragmento de Julius Evola a cerca de la Tradición Hermética, grabamos hace un tiempo una recitación sobre la figura del Iniciado. Tuvimos la suerte de poder acompañarlo musicalmente de mano de Avencio DM y GH Records (auténtica “Vía de la Mano Izquierda” en el plano musical). Hemos querido recuperarlo para nuestro blog…

“Por definición el Iniciado es un ser oculto. Y su vida no es ni visible ni penetrable…”

 

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Licantropía, Crimen y Brujería

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LICANTROPIA, CRIMEN Y BRUJERÍA

En el programa “Queremos hablar de Toledo” de ABC Punto Radio y junto a nuestro compañero Julio César Pantoja Torrijos. Hablando del mito del Hombre Lobo y su vinculación con algunos casos de brujería y crimen relacionados con la ciudad de Toledo.

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Identidad y Tradición

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Programa de Radio, España

En Radio Castilla la Mancha, en el programa “La Colmena” y en compañía de nuestro frater Daniel Gómez Aragonés. Reivindicando la Identidad, Esencia y Tradición de las tierras Manchegas y por ende castellanas.

Buscando los referentes identitarios de una región profundamente española en la que monjes calatravos, ciudades como Toledo, personajes como Don Quijote y parajes como Ruidera configuran un escenario cargado de Espíritu y raíces.

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Cervantes, Numancia y la idea de España

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Cervantes, Numancia y la idea España

España sufre a día de hoy día un problema de conciencia identitaria. Un problema respecto del saber quiénes somos y cuál es nuestra historia e identidad. Es así que la actual crisis territorial, no es sino reflejo de una crisis de nación tras la cual subyace el problema de no saber o entender qué es España, quiénes somos los españoles y de dónde venimos.

Recordar y comprender dicha identidad, se convierte así en algo fundamental para lo cual la figura de Cervantes, podrá ser especialmente esclarecedora. Por su obra, por su vida, por el momento que le toco vivir, en Cervantes se darán todos los elementos para a través de su pensamiento, encontrar cátedra incontestable que nos ayude a conocer y entender el ser e identidad de España. Y efectivamente es así, pues es una de sus tragedias más representativas Cervantes, no dejó plasmada su idea de España…

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La cuestión identitaria se ha convertido en uno de los problemas fundamentales que afectan a España. Nuestra crisis territorial no es sino una crisis de nación tras la cual subyace un problema identitario. Un problema de conciencia de nosotros mismos y auto conocimiento. Un no saber quiénes somos y de dónde venimos que debilita los andamiajes  de nuestra constitución política y ciudadana, y nos hace pasto de las derivas secesionistas. Cuestionándose el ser mismo de España como realidad histórico política, étnico cultural y antropológica que raíz común de nuestra diversidad, es a su vez fundamento de nuestra unidad.

Subyace así a la cuestión separatista un afán de ruptura de la comunidad identitaria española. Esto es, un soslayar la raíz común que constituye a los distintos pueblos de España y un hacer de las particularidades de cada uno, diferencias de nivel superior. Diferencias a las que no podrá corresponder más que el derecho de autodeterminación y el cuestionamiento de la España común. Raíz de todos y proyecto de convivencia y unión para unos pueblos y gentes que al fin y a la postre, son hermanos.

Se retorcerán así los conceptos y las palabras y se tergiversará la historia, planteando toda disensión acaecida en el proceso histórico político de España, como reflejo de un tiránico centralismo frente al que solo quedaría el anhelo de independencia.

Al mismo tiempo, un progresismo mal entendido en el que pesan todavía complejos y manías respecto del franquismo, habrá facilitado el camino al separatismo y sus tergiversaciones. Pues frente a la argumentación de los nacionalismos secesionistas, esos complejos habrán impedido generar un discurso sólido, articulado y veraz, capaz de ofrecerse a los españoles como narrativa identitaria común. Discurso por ende capaz, de desenmascarar las tergiversaciones del separatismo.

Mucho se oye hablar así del pueblo catalán, vasco o andaluz, y a penas se dice nada respecto del pueblo español. Entendido éste como el conjunto de pueblos hermanos y de raíces comunes del que formarían parte integral vascos, catalanes o andaluces. Hasta tal punto es así que para algunos, España sería solo un constructo jurídico superpuesto a unas naciones libres y autónomas, entre las que debería haber poco más que una relación de buena vecindad…

Nosotros creemos que esto no es así…

Cierto es que durante los últimos 40 años, hemos asistido al lento pero continuado proceso de demolición de la identidad histórica española. Por la vía de la relativización y el complejo, y por la vía del nacionalismo separatista. Pero la realidad de España y sus regiones y nacionalidades es otra. Y la constitución política de España, no es sino la plasmación  de una hermandad de fondo entre gentes y pueblos que tienen mucho más en común que diferencias. Gentes y pueblos que durante siglos y con luces y sombras, alianzas y enfrentamientos, han configurado una de las identidades más antiguas de Europa. Recordar y entender dicha identidad, reencontrarnos y reconciliarnos con ella, se convierte así en cuestión fundamental.

Para dicho fin, la figura de Cervantes se mostrará especialmente esclarecedora. Por su obra, por su vida, por el momento que le toco vivir, en Cervantes se darán todos los elementos para a través de su pensamiento, encontrar cátedra incontestable que nos ayude a conocer y entender el ser e identidad de España. Y efectivamente es así, pues es una de sus tragedias más representativas, Cervantes quiso dejar plasmada su idea de España. Idea para su época y para aquel tiempo, pero idea que aún pasados los siglos, hoy día sigue resultando tremendamente aleccionadora…

España y la profecía del Duero.

Rondaba ya los cuarenta años cuando Cervantes escribió “El cerco de Numancia” (Año 1585). Tragedia renacentista sobre el fin de la Numancia celtibérica frente a Roma, y tras un penoso asedio en el que lo numantinos prefirieron quitarse la vida a ser derrotados por el hambre o entregarse a la esclavitud. El episodio de la heroica ciudad celtibérica y su suicidio colectivo frente al general romano Escipión, habría servido así a Cervantes de inspiración para una de las obras de teatro más interesantes del Siglo de Oro. Pudiendo extraerse de la misma varios contenidos morales con la excusa de la sufrida guerra numantina: el amor a la libertad, la dignidad del vencido, la muerte honrosa, la victoria sin honra, etc… Sin embargo, entre estos temas se dará también una honda reflexión sobre el ser, la historia e incluso el destino de España. Reflexión que viniendo de Cervantes, no debe pasarnos desapercibida ni ser relativizada.

Dividida en cuatro jornadas, la obra en la primera de ellas, nos plantea ya lo esencial del argumento. El general romano Escipión por encargo del senado asume la “difícil y pesada carga” de rendir la ciudad celtibérica de Numancia. Subido a una peña Escipión arenga a los desmoralizados soldados romanos diciendo como sigue: “Avergonzaos, varones esforzados, porque a nuestro pesar, con arrogancia tan pocos españoles y encerrados defienden este nido de Numancia. Diez y seis años son, y más, pasados, que mantienen la guerra, y la jactancia de haber vencido con feroces manos millares de romanos”.

Los soldados turbados por las palabras de Escipión juran ponerse de su lado en la lucha contra Numancia, siendo entonces que se anuncia la inesperada llegada de unos embajadores numantinos que quieren parlamentar con el general. Escipión y los numantinos se reúnen y estos últimos le ofrecen amistad y paz tras tantos años de “porfía”, pero Escipión la rechaza: “A desvergüenza de tan largos años es poca recompensa pedir paces”. No hay armisticio posible con Roma y los numantinos marchan sabiendo que se reanuda de nuevo la guerra: “Al hecho, que guerras ama el numantino pecho”.

Escipión queda solo en su tienda junto a su hermano Fabio siendo entonces que se desvela su plan: “Pienso de un hondo foso rodearlos, y por hambre insufrible derrotarlos. No quiero yo que sangre de romanos coloré más el suelo de esta tierra (…) en tan larga, reñida y cruda guerra”. A lo que su hermano Fabio contestará: “Mejor será encerrarlos como dices, y quitarle a su brío las raíces. Bien puede la ciudad toda cercarse si no es en la parte do el río la baña”.

El argumento esencial de la trama es así puesto ya sobre la mesa y siendo conocido por todos cual iba a ser el desenlace final del enfrentamiento, la tensión dramática de la obra ira paso a paso en aumento hasta la catarsis final. Sin embargo antes de continuar con la trama, la obra al terminar la primera jornada hace un curioso receso. Un receso en el que Cervantes parecerá querer mostrarnos su idea de España:

Aparece en escena la propia “España”, como personaje de la obra, como personaje alegórico que representaría a la mismísima España. Su voz clama al Cielo:

“¡Alto, sereno y espacioso Cielo que con tus influencias enriqueces la parte que es mayor de este mi suelo (…) muévate a compasión mi amargo duelo, y pues al afligido favoreces, favoréceme a mí en ansia tamaña, que soy la sola y desdichada España”.

Lamentándose de su destino España plantea el “pecado original” de donde parecerían provenir gran parte de sus aflicciones:

“¿Será posible que de continuo sea esclava de naciones extrajeras y que en un pequeño tiempo yo no vea de libertad tendidas mis banderas? (…) mis famosos hijos y valientes andan entre sí mismos diferentes. Jamás en su provecho concertaron los divididos ánimos furiosos, antes más los apartaron cuando se vieron más menesterosos”.

Sus hijos viven divididos de espaldas entre sí, más aun cuando más necesitarían estar unidos.

Al tiempo frente a la amenaza romana, señala a Numancia como adalid de la libertad:

“Numancia es la que ahora sola ha sido quien la luciente espada sacó fuera, y a costa de su sangre ha mantenido la amada libertad suya y primera”.

Es entonces que lamentándose del cerco que sufrirán los numantinos invoca al río Duero que a la sazón, corre a los pies de la ciudad celtibérica:

“Y pues sola la parte por do corre y toca la ciudad el ancho Duero, es aquella que ayuda y que socorre en algo al numantino prisionero, antes que alguna máquina o gran torre en sus aguas se funde, rogar quiero al caudaloso y conocido río, que en lo que pueda, ayude al pueblo mío”.

Y el río Duero aparece en escena. Al igual que España también como personaje alegórico. Dice como sigue:

Madre querida España, rato había que hirieron mis oídos tus querellas; y si en salir acá me detenía fue por no poder dar remedio a ellas. El fatal, miserable, y triste día según el disponer de las estrellas, llega a Numancia, y cierto temo que no hay remedio a su dolor”.

Para Numancia la suerte está echada… y el río Duero lo sabe. Así lo “disponen las estrellas”. Sin embargo ese amargo final pudiera ser que fuera semilla y anuncio de algo grande:

“Mas ya que el revolver del duro hado tenga el último fin establecido de ese tu pueblo numantino amado, pues a términos tales ha venido, un consuelo le queda en este estado: que no podrán las sombras del olvido oscurecer el sol de sus hazañas”.

El olvido no caerá así sobre la heroica ciudad celtibérica y puesto que la luz de sus hazañas no declina, dicha luz parecerá ser promesa de un tiempo mejor: Comienza entonces “la profecía del Duero”, momento especialmente interesante de la obra de Cervantes…

“tiempo vendrá (…) que estos romanos serán oprimidos por los que ahora tienen abatidos. De remotas naciones venir veo gentes que habitarán tu dulce seno después que, como quiere tu deseo, habrán a los romanos puesto freno. Godos serán, que con vistoso arreo, dejando de su fama el mundo lleno, vendrán a recogerse en tus entrañas, dando de nuevo vida a sus hazañas”.

Anuncia la caída de Roma a manos de los Godos y la llegada de éstos a España.

“Y portillos abriendo en Vaticano, tus bravos hijos, y otros extranjeros, harán que para huir vuelva la planta el gran piloto de la nave santa. Y también vendrá tiempo en que se mire estar blandiendo el español cuchillo sobre el cuello del romano, y que respire solo por la bondad de su caudillo”.

Anuncia el saco de Roma por parte de las tropas del emperador Carlos V en 1527, haciendo huir al propio Papa, así como señala las victorias españolas en Italia durante el siglo XV y XVI. Victorias que plantea como resarcimiento de los españoles frente a los romanos, y que son a su vez puestas en relación con las victorias godas frente a Roma.

“Y cuando fuere ya más conocido el propio Hacedor de tierra y cielo, aquel que ha de quedar instituido virrey de Dios en todo el suelo, a tus reyes dará tal apellido, cual viere que más cuadra con su celo: católicos serán llamados todos, sucesión digna de los fuertes Godos”.

Señala la llegada del cristianismo y como éste, dará a los reyes de España nombre llamándolos católicos. Estableciéndose la continuidad entre éstos y los antiguos Godos. Una línea de continuidad entre los “fuertes” Godos y los reyes de España que se sobreentiende, habría adquirido especial plenitud con los Reyes Católicos propiamente dichos.

“Pero el que más levantará la mano en honra tuya (…) haciendo que el valor del nombre Hispano tenga entre todos el mejor asiento, un rey será, de cuyo intento sano grandes cosas me muestra el pensamiento, será llamado, siendo suyo el Mundo, el segundo Felipe sin segundo”.

Anuncia la llegada futura de un rey sin par que honrará especialmente a España y del que podrá decirse qué es “suyo el Mundo”: Felipe II.

“Debajo de este Imperio tan dichoso serán a una corona reducidos, por el bien universal y a tu reposo, tus reinos hasta entonces divididos: el girón lusitano tan famoso, que en un tiempo se cortó de los vestidos de la ilustre Castilla, ha de zurcirse de nuevo, y a su estado antiguo unirse”.

España en el futuro podrá fin a sus divisiones internas e incluso Portugal (“el girón lusitano”) volverá a España. “Por el bien universal” y por la paz, todo ello en la égida de un Imperio “dichoso”.

“¡Qué envidia, qué temor, España amada, te tendrán mil naciones extranjeras, en quien tú teñirás tu aguda espada y tenderás triunfando tus banderas!”

La profecía del Duero concluye celebrando la gloria de la futura España, unida, temida, amada y victoriosa de sus enemigos.

“Sirva esto de alivio en la pesado ocasión por quien lloras tan de verás”.

Ese destino de gloria es así alivio y consuelo para esa España afligida que ha de afrontar ahora, las duras y trágicas jornadas del asedio de Numancia.

El río Duero se despide tras su profecía-“Adiós, porque me esperan ya mis ninfas…” –y España le dice adiós deseándole los favores del Cielo. Se cierra la primera jornada del “Cerco de Numancia” y a través de ese río Duero que habla con voz de profecía, parece habernos hablado el mismísimo Cervantes…

*

¿Qué podemos decir nosotros de esta peculiar profecía? De esta semblanza de España que Cervantes ha recogido por boca del río Duero. ¿Qué idea de España refleja esta obra y es trasladada desde las tablas del teatro a los españoles del siglo XVI? ¿Qué puede decirnos a nosotros de nosotros mismos, a los españoles del siglo XXI, las palabras del río Duero de Cervantes?

Ciertamente creemos que sería un verdadero error en un país como España, tan desorientado en cuanto su identidad, al conocimiento y puesta en valor de su identidad e historia, dejar pasar las palabras de Cervantes…

Siendo así y a bote pronto, resaltarán las siguientes ideas:

-En primer lugar Cervantes traslada la idea de la existencia de España, que aparece incluso como personaje de la obra. Esto que puede parecer una obviedad no lo es tal en un país, donde a día de hoy puedes encontrar políticos, tertulianos y periodistas que no tienen reparo en ningunear la existencia histórica de España como nación de largo recorrido. Como nación de siglos de antigüedad presente ya, en la conciencia colectiva de los españoles del Siglo de Oro.

-En segundo lugar resulta a nuestro parecer interesantísimo que Cervantes, ubique en la España prerromana el origen mismo de lo español. Haga de Numancia y la España “ancestral” de los celtíberos, “patria originaria” de los españoles. Siendo hasta tal punto así que la conquista romana es presentada como afrenta que algún día, los españoles podrán resarcir.

-Tercero, se señala una suerte de “pecado original” de los españoles, de “mis hijos” dice literalmente España. Esa fuente de nuestros males y de nuestra debilidad no será otra, que la división entre nosotros. División que será aún más lacerante al enconarse justo, cuando deberíamos estar más unidos.

-Cuarto, la España Goda como fuente de identidad y episodio fundacional de nuestra historia. Episodio que genera una continuidad a través del tiempo que llega a los reyes católicos: literalmente “sucesión digna de los fuerte godos”.

-Quinto, la propia referencia a esa catolicidad como rasgo importante de la tradición e identidad española: “a tus reyes dará tal apellido, cual viere que más cuadra con su celo: católicos”.

-Sexto, el llamado Siglo de Oro y los tiempos del Imperio Español, como plenitud de España. Como apogeo de una nación unida y poderosa de la que forma parte también Portugal, y cuyas banderas triunfan ahora donde antes se veían privadas de libertad, y cuya espada se tiñe con la sangre de sus enemigos, habiendo sido Numancia la primera “quien la luciente espada sacó fuera”.

-Séptimo, la nula referencia a una herencia árabe o judía e incluso a la Reconquista. Como si algo tan conocido de todos en aquel momento, tanto para público como autor, pudiera obviarse a la hora de entender qué es España, cual es su identidad y cuál es su destino.

Estas siete ideas fundamentales que sobre España plantea Cervantes a través de la profecía del Duero, son a nuestro humilde entender altamente significativas y valiosas, pues vienen de quien vienen y son recogidas en un momento tan especial e importante para nuestra historia, como el siglo XVI. Ideas en las que se refleja una honda conciencia identitaria, arraigada en los ancestros, en la idea destino colectivo, de continuidad histórica a lo largo de tiempo y de superación a la postre, de derrotas y adversidades.

Cervantes nos ofrece así a los españoles del siglo XXI una sana conciencia identitaria que por desgracia a día de hoy, apenas existirá entre nosotros y que sin embargo, era objeto de una obra teatral de éxito en el siglo XVI. Ciertamente da qué pensar… Y es una pena que ideas que pudieron estar tan presentes en alguien como Cervantes, los españoles de nuestro tiempo o no sepamos de ellas o peor aún, nos avergoncemos de ellas y repudiemos en un gesto de estúpida endofobia. Endofobia de la que estamos convencidos, nada bueno se puede sacar…

Así para Cervantes y su profecía del Duero, el Imperio Español habría tenido su origen en las hazañas de los numantinos y en Felipe II, su punto culminante. Habría habido una “urheimat” y un cénit. Estableciéndose una continuidad y semejanza entre el pasado y el presente observándose, que si en la lucha contra Roma había desunión entre españoles, bajo Felipe II y habiendo unión completa, se habría conseguido la preeminencia de España sobre el resto de las naciones. Cuando los españoles llegan a la unidad de sus distintos pueblos, se hace posible realizar un gran destino, en este caso el Imperio.

Es así que en esta obra de Cervantes, esa “patria originaria” que sería Numancia, será mostrada como paradigma de unidad, como modelo de cohesión más allá de desavenencias internas. Unidad y cohesión que es recogida como lección del pasado para los españoles del siglo XVI que asisten a la representación de la obra. Al mismo tiempo se plantea la hazaña numantina, como el otro gran legado o lección de Numancia a los españoles, pues el heroísmo numantino se recogerá como anuncio de las futuras hazañas de España. Así al final de la obra literalmente se dice: “Indicio ha dado esta no vista hazaña del valor que en los siglos venideros, tendrán los hijos de la fuerte España, hijos de tales padres herederos”. Es decir la grandeza de España y su Imperio, guardaría una relación de continuidad con el coraje numantino y se hace posible gracias a la herencia de éste. En el pasado y más allá de la caída de Numancia, estaría el origen y legitimidad del presente.

En definitiva, la “Numancia” de Cervantes como un claro reflejo de una conciencia identitaria española de la que participa el autor y para la que los numantinos, serían la primera imagen de los antiguos españoles. Dándose una línea de continuidad histórica a través de la España Goda y la España de los Reyes Católicos que hace de los españoles de 1580, herederos de los numantinos y protagonistas de una unidad que ahora, engloba a España entera. Unidad que permite hacerla protagonista de un designio superior, que obviamente en tiempos de Cervantes, se leerá en clave imperial.

*

Patria originaria, necesidad de unidad, continuidad histórica a lo largo de los siglos, hazañas aleccionadoras, proyecto colectivo… ¿De verdad todo esto está demás? ¿De verdad no tiene Cervantes nada que enseñarnos con su Numancia, a los españoles del siglo XXI? ¿De verdad podemos seguir en ausencia de conciencia identitaria española y sufriendo de endofobia? ¿De verdad tiene sentido negar a España? ¿De verdad tiene sentido romper su unidad?

Yo pienso que no. Estoy convencido de que no. Y no por nada, sino porque es Cervantes, quien me invita a pensar así…

La figura del caballero como símbolo de prestigio en el mundo celtibérico. Fíbula de caballito de la necrópolis celtibérica de Numancia. 150 a.C. (Reproducido de Romero Carnicero 2001: 141).

Cervantes, Numancia y la idea de España.

EL QUIJOTE COMO REVULSIVO

en Espiritualidad por
EL QUIJOTE COMO REVULSIVO

 

Quizás como  nunca antes este sea el momento en el cual los españoles debamos reencontrarnos con el Quijote… Acercarnos de nuevo a “nuestro gran libro” y hallar en él la clave que nos está faltando. Tanto para entender nuestro destino colectivo como para afrontar el desafío de construirnos como personas verdaderamente libres.

*

Para quien lea hoy día El Quijote, entre los numerosos temas trasversales que recoge así como más allá del sentido del humor y las cuestiones más evidentes que traslada, muy posiblemente le quedará una sensación como de cierta lástima. También quizás como de oportunidad perdida.

Lástima por ese hidalgo enloquecido que pierde el contacto con la realidad y lástima de esa sociedad mayormente cínica e insensible que lo hace burla.  Una historia en el fondo triste en la que también puede quedar la sensación de oportunidad perdida u ocasión desperdiciada. Tanto para el protagonista como para los personajes que se le cruzan. Porque don Quijote llena su alma con los paradigmas de la Tradición, el Caballero y el Héroe, pero confunde las cosas y no entiende ese lenguaje de leyendas y mitos en su correspondiente sentido simbólico y metafórico, tomándolo por el contrario en sentido literal. Siendo entonces que choca con la realidad y ésta lo tritura y machaca sin piedad. Pero también oportunidad perdida para ese gran número de personajes con los que se va cruzando y que reconociendo la locura del protagonista, hacen burla y escarnio de él sin reparar sin embargo en la gran verdad que pudiera subyacer a su discurso. Siendo entonces que salvo unas pocas excepciones, la mayor parte de ellos caen en la bajeza o la mediocridad.

Es de este modo que el valor de “Gran Relato” que poseen el Mito y la Leyenda, de narrativa evocadora capaz de despertar el alma a las Verdades de la Vida, queda así fuera de juego. Por la locura de uno y por el cinismo de los otros, siendo entonces que la oportunidad de regeneración y despertar que el Espíritu y la Tradición prometen se pierde.

Hay así en todos ellos una falta de Sabiduría a la hora de entender el discurso de la “Caballería Andante”, y es por ello que éste se mal logra. Y es que toda acción en el Mundo que pretenda dar buenos frutos, debe estar enraizada en la Sabiduría…

Debemos entender de esta manera que la clave del Quijote residirá precisamente, en ese valor simbólico y alegórico del lenguaje del Mito y la Leyenda. Lenguaje que no pretende decirnos cómo es la realidad, sino que pretende hablarnos de las “Verdades de la Vida y el Hombre”. Verdades que precisamente por su sentido espiritual, se trasladan con el lenguaje de la Tradición.

A partir de aquí, aquel que sienta la llamada de “las verdades de la vida” más allá de las comodidades burguesas o las preocupaciones mundanas, se sensibilizará con el lenguaje del Mito y la Leyenda y hará suyos los principios de la “Caballería” y la Tradición. Pero no para chocar con la realidad. No entendiendo el mito literalmente, como si fuera posible encontrar dragones custodiando tesoros bajo montañas lejanas. Sino en ese sentido simbólico que le es propio y que da al sujeto las claves espirituales para construirse auténticamente como persona. Esto es, para hacerse señor de sí mismo y Hombre fuerte y libre. Capitán de su propia vida y paladín de un estilo y una ética, que se viven como fundamento esencial de toda sociedad verdaderamente sana.

Del mismo modo, el cínico que en el Mito y la Leyenda no ve más que la divergencia de éstos respecto de la realidad, termina por darlos la espalda como mera fantasía inane haciendo entonces de la más pura mundanidad, su único horizonte de sentido. El cínico se burla así del dragón bajo la montaña, pues sabe bien que en el mundo real dicho y dragón y montaña no existen, y escapándosele la enseñanza espiritual que el Mito y la Leyenda atesoran, queda entonces abocado a la lectura alicorta, mediocre y en ocasiones rastrera de la existencia humana.

Ya sea el Quijote, ya sean los nobles que lo burlan, ninguno de ellos parece entender así cuál es la propuesta de la Tradición y a ambos de algún modo, la realidad termina por machacar. Ya sea ese don Quijote vapuleado por unos y otros, ya sean esos nobles burlones, decadentes y nihilistas, que en la bajeza que muestran con don Quijote, muestran también su fracaso frente a las verdades de la vida.

Es entonces cuando el lector de la inmortal obra de Cervantes reacciona. Siente lástima de todos ellos pero también, una saludable indignación. Pues en su corazón se despierta la rebeldía de saber que él no es así, y que en él no quedará la oportunidad perdida: Ni se volverá loco y verá gigantes donde no los hay, ni dará la espalda al Espíritu y se convertirá en un cínico sin honor ni vergüenza.

Es en ese momento cuando el Quijote se convierte en un auténtico revulsivo para el alma

Pues sin esa “Gran Narrativa” del Mito y la Leyenda, se hace difícil despertar a las verdades de la vida y sin ellas, el sentido último de la existencia en el mundo real termina por perderse. Y eso es precisamente lo que no estamos dispuestos a consentir…

Porque no queremos la vida gris de la mundanidad que como a don Quijote se nos queda pequeña. Y por supuesto no aceptamos el cinismo y mediocridad de esos que se burlan de don Quijote y hacen de dicha mundanidad, su única referencia vital.

Nosotros somos los que leeremos “el Amadís de Gaula” y ni nos volveremos locos ni lo tomaremos como una mera evasión o fantasía vacía. Muy al contrario encontraremos en el lenguaje del Mito y la Leyenda las Verdades de la Vida y el Hombre y desde ellas, nos zambulliremos totalmente en la realidad. Viviéndola con una intensidad que la mediocridad del cínico no puede concebir y que los desvaríos del loco no le dejan alcanzar.  Unos y otros fracasados y alienados en la prueba y desafío de la existencia humana. Allá donde nosotros estamos determinados a triunfar. A ser y vivir de verdad.

Ese es el revulsivo del Quijote. La enseñanza perenne que nuestro tiempo necesita como agua en el desierto y nuestra juventud debe conocer como faro en la oscuridad.

Un camino de Espíritu y Caballería. Un camino que es enseñanza para la forja del alma en la sabiduría y el vivir auténtico y de verdad. Con la existencia como aventura y como empresa.

No cabrá así en nosotros ni la alienación del que toma los Mitos y Leyendas como realidades.  Ni la ofuscación de quien sin entender el valor simbólico y espiritual de la Tradición, la da la espalda como mera fantasía. Viviendo entonces sin más horizonte que la mera vida mundana.

Nosotros no somos así…

Nosotros queremos vivir en serio y de verdad. Por eso nos rebelamos al leer el Quijote y lamentamos la locura de uno y la bajeza de los otros y a partir de ahí, nos decidimos a triunfar donde todos ellos fracasaron

 

Juramento de Sol Invictus y Acero.

en Espiritualidad por
Juramento de Sol Invictus y Acero.

El Popular 1 es algo más que un magazine de Cultura Rock… es una auténtica vivencia y a su vez crónica de lo más genuino y también en ocasiones alternativo de la música y cultura popular de nuestro tiempo. Una pequeña joya en forma de humilde revista que me precio seguir desde hace años. 

 En el especial que sacaron con motivo de su número 500 tuvimos la oportunidad y el honor de colaborar. Se nos pidió que escribiéramos una reseña personal e íntima de algún disco que hubiera sido especialmente significativo para nosotros. El escogido fue el mítico “Filosofem” de BURZUM.
Hemos querido compartir dicha reseña en nuestro blog…

*

When night falls, she cloaks the world in impenetrable darkness.
A chill rises from the soil and contaminates the air
suddenly… life has new meaning.

“Súbitamente… la vida adquiere un nuevo significado”.

Corría el año 1996, la cultura rock parecía haber quedado traumatizada por los desgarros rabiosos a la par que apesadumbrados del Grunge y su capítulo final, la muerte de Kurt Kobain. Pero desde una cárcel noruega, el hijo pródigo del Black Metal publicaba su disco y su canción más emblemática. Una consigna para mantenerse en pie llegada la Noche… “La oscuridad que cubre el Mundo será la ocasión propicia para un nuevo comienzo”.

El bosque, los árboles silenciosos, solemnes y sabios… los arroyos a sus pies y un cielo encapotado. Una luz final, inmortal y eterna tras el fuego y la tormenta.  El Rock sería también una forja del alma para mantenerse en pie en un mundo en ruinas y cabalgar el tigre en un mundo donde Dios ha muerto… El Espíritu es Inmortal e Invencible. Seguir su llamada es el verdadero argumento de la vida…
Son muchas las cosas que pueden decirse sobre este disco, esta canción, Burzum y Varg Vikernes. Pero a mí personalmente me gusta vivirlo así…

En aquella época escuche incontables ocasiones está canción y este disco tan difícil como fascinante, con esas atmosferas oscuras y mágicas, es las que vagamente intuía una llamada a la Fuerza Interior. La vida burguesa apesta y un mundo sin Espíritu es triste y desolado, pero en dicha oscuridad subyace invulnerable la Llama Indeleble y el Fuego Secreto. La Raza del Espíritu hace revivir esa llama en su alma y ésta alumbra su camino. Más allá de la “leyenda y personaje de Varg Vikernes y Burzum”, ésta es a mí parecer la clave que puede aportar Filosofem y sobre todo su himno: Dunkelheit.

Así lo digo y así lo ofrezco a quien quiera reencontrarse con este clásico del Rock y el Metal. Allá donde la melancolía y el ánimo apesadumbrado pueden transmutarse en fuerza, dignidad y juramento de Sol Invictus y acero…

Lo que Romanos y Griegos contaron.

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Lo que Romanos y Griegos contaron de nuestros ancestros…

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Lo que Romanos y Griegos contaron de nuestros ancestros

Romanos y Griegos conocieron de primera mano a nuestros más lejanos ancestros. Iberos, Celtas y Celtíberos conformaron el universo bárbaro de esa Hispania originaria, a la que Roma tardó doscientos años en conquistar.

 

Los autores clásicos nos dejan así a través de sus obras referencias sobre quienes eran aquellos hombres y mujeres de la España prerromana y ciertamente, la imagen que nos trasladan es clara y aleccionadora.

 

Todo lo que nos pueda interesar para la forja del alma ya está ahí: El honor, el heroísmo, las virtudes del guerrero, la lealtad, la caballerosidad, el anhelo de Libertad, el coraje y furor de combate, el sano liderazgo y el “retorno a los Cielos junto a los Dioses de lo Alto”…

 

Nosotros como decía el ya romanizado Marcial, descendemos de aquella gente. Hagamos entonces de su recuerdo lección de virtud e identidad.

“Les es un honor caer en combate y un sacrilegio incinerar el cuerpo de los caídos. Pues creen que éstos son retornados a los Cielos, junto a los Dioses de lo Alto, si el buitre hambriento devora sus cuerpos yacentes”

Silio Itálico 3, 340-342.

 

*

“A los que han perdido la vida en la guerra los consideran nobles, valientes y dotados de virtud y, en consecuencia, los entregan a los buitres porque creen que éstos son animales sagrados”

Claudio Eliano X, 22.

 

*

“Los caballos y las armas le son más queridos que su propia vida”

Trogo Pompeyo 44, 2, 3.

 

*

“No conciben la existencia sin la guerra y toda la razón de vivir la ponen en las armas, considerando un castigo vivir para la paz”   Silio Itálico, III, 330-331.

*

“Les era preferible morir luchando con gloria a que sus cuerpos desnudados de sus armas fueran entregados a la más abyecta esclavitud”

Diodoro de Sicilia, V 33, 25.

 

*

“Los numantinos acordaron que muchos todavía aspiraban a la libertad y que deseaban quitarse la vida ellos mismos, antes que entregarse a los romanos. Así pues, solicitaron un día para disponerse a morir”

Apiano, Iberia. 96.

*

“Incendiaron sus murallas y unos se degollaron mientras otros prefirieron perecer en las mismas llamas”

Dion Casio, LIV, 5, 1.

*

“Se suicidaban convencidos de que sin armas, nada valía la pena” Tito Livio 34, 17.

*

“Al ver llegado el fin de su resistencia, muchos prefieren darse muerte, con el fuego y con el hierro, o en medio de un banquete, con un veneno que extraen del tejo, liberándose así de la esclavitud, que a una gente hasta entonces indómita, les parecía más intolerable que la propia muerte”

Floro III, 33, 50.

 

*

“Se cuenta de madres que mataron a sus hijos antes de permitir que cayeran en manos de los romanos, de un muchacho cuyos padres y hermanos habían sido hechos prisioneros y estaban atados, y que mató a todos por orden del padre con un puñal del que se había apoderado, ó de un prisionero que estando entre guardias embriagados, aprovecho la ocasión para precipitarse a la hoguera”

Estrabón III, 4, 17-18.

*

“Atacan con el tumulto y el griterío propio de los bárbaros y con el cabello largo, que suelen agitar en las guerras ante los enemigos para infundirles miedo”

Apiano, Iberia. 67.

 

*

“Cuando sus jóvenes llegan a la culminación de la fortaleza física, aquellos de entre ellos que tienen menos recursos, pero exceden en vigor corporal y audacia, se equipan con no más que su valor y sus armas y se reúnen en las montañas, donde forman bandas de tamaño considerable, que descienden a Iberia y obtienen riquezas en su pillaje”

Diodoro de Sicilia V, 34,6.

*

“Se dice que algunos de los que habitan junto al río Duero viven como espartanos, ungiéndose dos veces al día con grasa y utilizando saunas de piedras candentes, bañándose en agua fría, y tomando una sola vez al día alimentos puros y sobrios, como en un constante endurecimiento del cuerpo y el ánimo”

Estrabón III, 3, 6.

*

“Viriato estaba satisfecho con cualquier comida que tuviese y cualquier bebida le satisfacía; la mayor parte de su vida la paso al raso y estaba satisfecho con lo que la naturaleza le daba. En consecuencia, era indiferente al calor o al frió (…) satisfacía todas sus necesidades con cualquier cosa que encontrase a mano como si fuese la mejor (…) llevaba adelante la guerra no por la búsqueda de ganancias personales, o de poder, o movido por la ira, sino por el placer de las hazañas de la guerra en sí misma; pues se consideraba a la vez amante de la guerra y señor de la guerra”

Dión Casio XXII, 73, 1-4.

 

*

“Viriato consideraba la autosuficiencia su mayor riqueza, la libertad su patria, y la supremacía derivada del valor su más segura posesión”

Diodoro de Sicilia, XXXIII; 7, 3.

 

*

“Viriato en el reparto del botín nunca tomaba una parte mejor que la de sus compañeros y de lo que tomaba, le obsequiaba a los soldados que más se lo merecían o más lo necesitaban”

Diodoro de Sicilia, XXXIII 33, 21.

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Viriato consiguió que durante los ocho años que duró su guerra contra Roma, un ejército constituido de elementos diversos nunca se le rebelara y siempre fuera sumiso y resuelto a la hora del peligro. Fue el que más dotes de mando tuvo entre los bárbaros, y el más atrevido ante todo y por delante de todos, y el más presto y generoso en el reparto del botín. Pues nunca aceptó tomar una parte mayor aunque continuamente se le animase a ello, e incluso lo que tomaba se lo entregaba a quienes más se habían destacado en la lucha”

Apiano. Iberia. 75.

 

*

“Cuando con motivo de su matrimonio se exhibieron copas de oro y toda clase de vestidos y lujosos bordados, (Viriato) apoyado en su lanza los contemplaba sin ningún signo de admiración o sorpresa, sino que mostraba más bien un sentimiento de desdén (….) dejando caer muchas observaciones sobre (…) la necedad de enorgullecernos de los dones inestables de la fortuna”

Diodoro de Sicilia XXXIII, 7, 1-2.

 

*

“Tras haber adornado a Viriato del modo más espléndido le prendieron fuego sobre lo alto de una pira funeraria y le inmolaron numerosas víctimas. Por secciones la infantería y la caballería marcharon alrededor del cadáver, iban entonando cánticos al modo bárbaro y todos se sentaron en torno a él hasta que el fuego se extinguió”

Apiano, Iberia. 75.

 

*

“Existe entre los hispanos la costumbre de que los hombres que forman la guardia personal del general mueren con él si éste sucumbe. Los bárbaros de allí lo llaman el supremo sacrificio” Plutarco, Sert. XIV.

 

*

“Los celtíberos consideran impiedad sobrevivir a la batalla si cae en ella aquél a quien han consagrada su propia alma”

Valerio Máximo. II, 6, 11.

 

*

“Retógenes, jefe numantino, rendida ya la ciudad, ordenó a sus hombres luchar a muerte por parejas frente a una gran hoguera mientras él observaba con su espada clavada en el suelo. Los vencedores, tras arrojar los cuerpos de los compañeros muertos al fuego, dirigieron sus armas contra ellos mismos y también se arrojaron al fuego. Finalmente Retógenes también se clavó su propia espada y acto seguido se arrojó al fuego con el resto de sus camaradas”

Floro 1, 34, 11.

 

*

“Los jinetes vacceos que habían salido antes de la llegada de Lúculo en busca de forraje, al no poder volver a la ciudad por causa del asedio de Lúculo, corrían alrededor del campamento romano profiriendo aullidos (…) mientras que desde dentro de la ciudad les hacían eco. Por lo cual cundió entre los romanos un temor extraño

Apiano. Iberia. 54.

*

“Cuando (los vettones) compartieron como tropas mercenarias la vida de los campamentos romanos, al ver a los centuriones ir y venir haciendo la guardia, creyeron que éstos se habían vuelto locos y quisieron llevárselos a sus tiendas, pues no concebían otra actitud para un guerrero que la de estar tranquilamente sentados, o la de combatir”

Estrabón III, 4, 17.

*

“Su división en pequeños estados y su orgullo local no les permitía unirse en un lazo común, lo que les privaba de fuerza suficiente para repeler conjuntamente una agresión venida de fuera. Así pues, si hubieran logrado juntar sus armas uniéndose en una confederación potente, los romanos no hubieran llegado a dominar sus tierras. Éstos, venciendo una a una todas la tribus, tardaron mucho tiempo, unos doscientos años, en poner finalmente toda Hispania bajo su poder”

Estrabón, III, 4, 5.

*

“Se han dicho muchas cosas acerca de los pueblos Ibéricos, y no solo sobre su valor en la guerra, sino también sobre su dureza y su rabia bestial”

Estrabón III, 4, 17.

*

“Se cuenta también de los cántabros este rasgo loco de heroísmo: que habiendo sido crucificados, ciertos prisioneros murieron entonando himnos de victoria…”

Estrabón III, 4, 17-18.

 

*

“Nosotros, descendientes de celtas e iberos, no sintamos vergüenza de decir en agradable verso los nombres un tanto ásperos de nuestra tierra”

Marcial. Epigramas I. 55, 8-10. 

 

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