ENTREVISTA: DEVOTIO IBÉRICA

Se hacen llamar «Devotio Ibérica», como el antiguo juramento y consagración de las hermandades guerreras de la Hispania preromana.
No quieren ser decadentes pequeño burgueses modernos… Quieren vivir para el Honor y la Gloria. Y quieren que los «viejos dioses» y el «alma y la sangre» pagana de Europa les inspire.
Han tenido a bien entrevistarnos para en gran medida hablar de todas estas cosas.
Cosas que andando el tiempo, serán decisivas y harán la diferencia.
Y a un lado quedarán unos. Y al otro, nosotros…
Fuerza y Honor!
Entrevista completa en el blog:
https://blogdevotioiberica.blogspot.com/2021/01/entrevista-al-dr-gonzalo-rodrigez.html
«EL PODER DEL MITO» EN LA ESCÓBULA DE LA BRÚJULA
Yeaaah…. No podemos haber quedado más contentos. A principios de año estuvimos en la Escóbula de la brújula una vez más, y como era de esperar la ocasión fue tan propicia como inspiradora.
«El lenguaje del mito, la leyenda, y el símbolo». El lenguaje de la Tradición y la Sabiduría. Frente a los filosofemas modernos, las ideologías, y la propaganda. Frente al nihilismo…
Si escuchas esto y estás con nosotros, no le des más vueltas… Estás en la resistencia…
EL MUNDO MODERNO, LA VÍA DEL HÉROE, Y LA TRADICIÓN SAPIENCIAL
El drakkar del podcast «Radio Varada» ha querido arribar a nuestras costas para conversar con nosotros sobre la doctrina tradicional; su cosmovisión y origen; su vía de realización y palancas de poder y conquista de uno mismo; y su carácter antagonista frente a los paradigmas antropológicos y socio políticos de la Modernidad.
La disidencia para ser profunda y verdadera debe en primer lugar confrontar el tipo humano moderno y sus paradigmas. Y eso es precisamente a lo que hace la «La Tradición Eterna»… Desde siempre.
Fuerza y Honor!
LA CÉLTICA HISPÁNICA EN EL LIBRO ROJO
«El libro rojo de Ritxi Ostáriz» es uno de nuestros podcast favoritos.
Espiritualidad, tradición sapiencial, folclore, mitos, leyendas, historia, esencia e identidad… Todas esas cosas que la Modernidad quiso desterrar o adulterar.
Un honor haber estado allí, en este caso para hablar de las enseñanzas espirituales que nos enseña la cultura guerrera y el pensamiento mágico de la céltica hispánica. A partir de mis estudios de tesis doctoral, y a la luz de la doctrina tradicional: Guenon, Evola, Schuon…
El mundo moderno no prevalecerá. Y las antiguas «mannerbünde» de la Edad del Hierro nos inspirarán para dejarlo atrás…
Fuerza y Honor!
EL RETORNO DEL ESPÍRITU…
La «Librería Liberespacio» y con el maestro Antonio Medrano como presentador, tuvo a bien organizar un encuentro on-line alrededor de mi libro «El poder del Mito».
Una ponencia, y tertulia posterior, alrededor de los contenidos del libro así cómo del planteamiento general que del mismo haría Antonio Medrano y yo mismo.
Para mí fue un honor que Antonio Medrano, a quien está dedicada en primer lugar la obra, presentará el evento y comentara el texto. Estoy profundamente agradecido a la vida por ello…
La ponencia y tertulia y turno de preguntas quedaron muy bien y creemos que puede resultar inspirador para quién lo escuche. Una llamada al «RETORNO DEL ESPÍRITU» en tiempos de la Edad Oscura…
No dejéis de seguir a «Liberespacio«. Librerías así son un oasis en el desierto del Kali Yuga!
FUERZA Y HONOR!
III de III: Hay que salvar a los Hobbits
“Cultivemos la Sabiduría y la Vocación Heroica. Sin ellas la lucha por “El Retorno del Rey” no puede llevarse a cabo. Incluso el “Señor Oscuro” sabe que a pesar de sus acechanzas, siempre habrá un mínimo de sabiduría y heroísmo que no podrán ser corrompidos y a los que tendrá que hacer frente.
Pero Tolkien nos enseña que no basta con esto… que hay que cultivar también el espíritu de comunidad. Que hay que saber hacer comunidad y admirar la fuerza que reside en las cosas sencillas, y en las vidas llenas de afecto mutuo, de quienes se juntan y comparten esas cosas sencillas. Sin esperar nada a cambio, por puro amor al calor y alegría que surgen del encuentro auténtico con el otro. Hacer comunidad es así pieza fundamental de la lucha contra “las fuerzas del Mal”, y cultivar al hobbit que llevamos dentro, junto al ideal del sabio y el héroe, se convierte de este modo en parte imprescindible del camino de transformación interior que debemos recorrer, si queremos que Sauron no haga presa en la Tierra Media de nuestro corazón”…
II de III: Los cuentos de hadas
“Es entonces que el nihilismo moderno y su proyecto de vida tan vacío de sentido, y las rutinas pequeño burguesa del proyecto materialista de existencia que propone nuestra época, se te quedan pequeñas… Porque has descubierto que efectivamente, el mundo que te rodea está dotado de sentido y de misterio que tu propia vida también lo está. Y ése, es el fondo disidente, rebelde y revolucionario que se esconde en los cuentos de hadas. Un sutil “corte de mangas” al Mundo Moderno que hace de estas en apariencia inofensivas
El poder del mito – Editorial Almuzara.
I de III: Convertirse en Hombre Lobo
“Siendo así, pocas cosas cabrá concebir realmente más revolucionarias que “volver al guerrero lobo”. Siendo así, pocas cosas parecerán más rompedoras que tratar de recorrer “el camino iniciático” y convertirnos en “guerreros lobos”, en pleno Kali Yuga, en el corazón de la Edad Oscura… Para dejar atrás cualquier debilidad del alma y temor del corazón. Para convertirnos en hombres y mujeres en los que se atisbe esa cosa profunda, libre, fiera e indómita que tienen los lobos en sus ojos y en su mirada. Esa cosa que la Modernidad tanto detesta y tanto quiere doblegar, pues es señal del poder y la fuerza de lo espiritual”.
DISTOPÍA, TRADICIÓN, Y MANNERBÜNDE

La Tradición Sapiencial siempre advirtió de eso que a día de hoy llamamos distopía… La Tradición la llamó “Kali Yuga”; “La Edad Oscura”. Y esta distopía de la que advirtió la Tradición, no es otra cosa que la propia Modernidad…
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En el mundo moderno, a un desarrollo económico técnico sin precedentes, le acompaña una bancarrota espiritual también sin precedentes. El mundo del progreso económico técnico será así el de un progreso decadente al que a los más altos y bien hallados avances materiales, les acompañará la proliferación del tipo humano vaciado de toda solidez espiritual y abocado por ende a ser el Hombre más desnortado, neurotizado, alienado, afectado, deprimido, ansioso, idiotizado y débil de mente, que haya conocido la humanidad…
Y eso es lo realmente distópico. La civilización del progreso material es a su vez la de la alienación, necedad y vulgaridad generalizada y sobre todo y peor aún, encumbrada. Convertida en regla y estándar.
No es que falte inteligencia para todo tipo de ingenios tecnológicos y avances científicos, o inteligencias agudas para el manejo de las finanzas o la dialéctica política de parlamentos y noticiarios. Es que hay ausencia total de Sabiduría y Honor. Y por ende de grandeza de alma y nobleza. Y eso, que el “moderno”, tanto desconoce sino incluso desprecia, en la única levadura verdadera que puede dar sentido y fortaleza al alma. Y todo lo demás, viene después… Lo demás puede ser necesario, pero no es lo importante…
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El mundo moderno discurre así a través de un material humano de bajísimo nivel y conciencia de sí, aspiraciones meramente materiales y pequeño burguesas, y modos entre horteras y abiertamente vulgares o mediocres. Un tipo humano de una vida interior disfuncional y alienante cuya alma, parecerá estar siempre presta al desasosiego, la ansiedad, el desánimo, el enfado fácil y gratuito, la sensación de carencia o vacío, la abulia, el insomnio, la polarización o directamente, la fatuidad o la bajeza…
Vamos… un ser humano ajeno al ideal de Virtud que cultivó la Tradición, y en el que el auto conocimiento y gobierno de sí, más allá de nuestra propia ignorancia, miedo, necedad o interés, era el argumento principal de la vida.
La Modernidad se despliega de este modo dando la espalda a la sabiduría y la forja del carácter y la personalidad; apostando por contra por un tipo humano meramente externo, material, afectado y emocional, a la par que interesado y calculador, al que nada le dicen ni sabe, ni de la nobleza de espíritu y grandeza de alma, y ni del “temor de Dios” …
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Una calamidad de ser humano… Y es normal que sea así. La Modernidad es la primera de las civilizaciones humanas que ha sacado deliberadamente de la ecuación toda referencia a “Dios”. Y no ya a Dios, en el sentido teológico de éste, sino a la propia idea de Trascendencia. Es así una civilización abiertamente anti metafísica, anti sapiencial, y que además siente alergia por todos los “dioses fuertes” del pasado: Sabiduría, Honor, Nobleza, Fuerza, Coraje, Verdad, Lealtad, Fidelidad, Respeto, Humildad, Palabra,Devoción, Patria, Raza, Tradición, Espíritu, Virilidad, Feminidad, Amor, Heroismo, Vergüenza, Honra, Belleza, Orden, Jerarquía, Justicia, Agradecimiento, Perdón…
Un mundo imbécil e idiotizado, en el que los avances en prosperidad y confort material, parece que tenemos que pagarlos cultivando un tipo humano digno de desprecio… Un Hombre que para más inri, se regodea en su miseria espiritual y alienación, como si éstas fueran un logro de la civilización…
Efectivamente el mundo moderno, es en sí mismo la distopía.
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Y mientras, mientras ufanos celebramos “la muerte de Dios y el olvido del Espíritu”; mientras dejamos atrás todo horizonte de Trascendencia y Sentido; las ideologías, eso sí, se despliegan como “asuras” entre las gentes, endemoniando los entendimientos y los pareceres: Liberalismo, Socialismo, Nacionalismo; libre mercado, lucha de clases, auto determinación. Todo es economía, todo es política; y si no, ciencia y tecnología. Así una capa sobre otra, y vuelta a empezar, sin un instante de contemplación, quietud interior y profundidad. Y así es imposible la Sabiduría… Y sin ella, todo poder y libertad, no son sino una pantomima.
¿Distopía?
El mundo moderno es la distopía. Y de ella no se puede salir dando marcha atrás. El meridiano cero de la media noche del Mundo ya se ha cruzado y efectivamente, la Tradición tenía razón. El Kali Yuga ya está aquí…
Todo lo que es disparatado, absurdo, confuso, ambiguo, feo, retorcido, mediocre, vulgar, meramente cuantitativo, sin fondo ni altura, es puesto en el frontispicio de la civilización, y desde ahí, se pretende avanzar, obviamente, hacia ninguna parte…
Y sin embargo, lo llaman “Progreso”. He ahí la distopía. Llamar progreso a la decadencia…
Es por eso que hay que hacerse cargo, y si en el alma notamos la llamada del Espíritu, la Trascendencia, la Sabiduría y el Honor, y la Libertad que es fruto de la Verdad y de la conquista de uno mismo; debemos entender que este mundo moderno no es nuestro mundo. Y que debemos superarlo y dejarlo atrás.
No busquemos respuestas entonces en la Modernidad, ni es sus cachivaches tecnológicos, discursos ideológicos, sistemas filosóficos, o idolatrías materiales. Busquemos las respuestas en la Tradición Sapiencial. Verdadero antagonista de la Modernidad y antídoto y tratamiento seguro para su sanación y superación.
Y aquí, y para estos mal hadados tiempos del Kali Yuga, la vía que la Tradición anunció para cuándo llegará la Edad Oscura. La vía de la Mano Izquierda. Esa que convierte esta “media noche del Mundo” y “muerte de Dios”, en oportunidad para un renovado despertar. En prueba especialmente valiosa y fértil para quien esté dispuesto a “Cabalgar el Tigre” y hacer que la “bestia del fin del Mundo”, responda a sus espuelas…
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Este mundo distópico de la Modernidad es una manzana podrida y por sí mismo colapsará. Usémoslo entonces y mientras tanto como “campo de batalla” para forjarnos como “Guerreros Espirituales” en la “Tierra Baldía”, apostando desde ya, por ser los más lúcidos, despiertos, fuertes y libres de nuestro tiempo. Pero hagámoslo al margen del proyecto moderno de sociedad, con el que nos relacionaremos “desde fuera”, sin terminar de pertenecer. Sin tratar de cambiarlo o dirigirlo, pero si creando “nuestra propia sociedad” al margen de ésta, conforme a la vía de la Tradición, y de acuerdo al ideal de la “mannerbünde”. De la “Hermandad Guerrera”. Una sociedad de hombres y mujeres fuertes y espirituales, devotos de la Sabiduría y el Honor, que conformen una sociedad “dentro de ésta” pero ajena a su nihilismo y rumbo. Capaz de participar de ella si es necesario, pero sin terminar nunca de pertenecer. Pues su mundo, no es el nuestro…
Y que dicha “Hermandad Guerrera” se fortalezca al margen del juego político de nuestro tiempo, y se sostenga doctrinalmente por sí misma; al margen de los paradigmas e ideologías del mundo moderno. Y que crezca y madure, y nos cobije y enseñe, forme y ayude, mientras en torno nuestro, todo termina de pudrirse y reventar…
Así nos juramentamos. Y que así sea…
¡Fuerza y Honor!